Elegir entre una cocina abierta o cerrada implica valorar las preferencias personales y las necesidades del espacio del que disponemos. Para aquellos que valoran la privacidad y prefieren mantener la cocina separada del resto de la zona de estar, puede ser preferible una opción de cocina cerrada con paredes. Esta alternativa permite un mayor control sobre los olores y el ruido que emana de la cocina y en ciertas regiones mantiene la casa más cálida y seca en climas más fríos. Sin embargo, para aquellos que desean un ambiente más social y abierto en su cocina, un plano de planta abierto puede ser la mejor opción. Con una configuración abierta, es más fácil conectarse con amigos y familiares mientras se cocina, creando un ambiente cálido y acogedor. Además, una cocina abierta otorga a la casa una apariencia de ser más grande, más luminosa y aireada. En última instancia, al considerar la limpieza, ambas opciones tienen sus aspectos positivos y negativos, sin una solución que sirva para todos.